La masacre de Rincón
Bomba, fue una matanza ocurrida en
octubre de 1947, en el paraje La
Bomba, cerca de la población de Las
Lomitas, en la actual provincia de Formosa (que en ese tiempo se denominaba
Territorio Nacional de Formosa).
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Foto Pagina 12. Los pilagás que sobrevivieron fueron tomados prisioneros. |
Casi sesenta años
después, en 2005, la Federación del Pueblo Pilagá denunció el hecho y un grupo de abogados inició un juicio contra
el Estado nacional por crímenes de lesa humanidad. Abierta la investigación, en marzo de 2006 un equipo científico
forense halló en el lugar restos de
27 cadáveres de indígenas con restos de elementos militares compatibles con equipamiento
de la Gendarmería nacional.
En julio de 2019,
luego de siete décadas, la comunidad Pilagá logró un fallo histórico: el juez federal
Fernando Carbajal sentenció que la masacre de Rincón Bomba es un “delito de
lesa humanidad” y ordenó medidas de reparación al respecto.
Durante la primavera de 1947, cientos de familias pilagás,
provenientes de distintos parajes (Pozo Molina, Pozo Navagan, El Descanso,
Cacique Coquero etc), y que regresaban desde los Ingenios azucareros de
Ledesma, Las Palmas y Tabacal (según algunas versiones habían sido defraudadas
y estafadas por el Ingenio Azucarero de San Martín del Tabacal, propiedad de
Robustiano Patrón Costas), se reunieron en La Bomba en torno a un sanador
llamado Tonkiet (Luciano Córdoba) en La Bomba, a pasos de Las Lomitas y a
escasos metros del Escuadrón 18 de Gendarmería Nacional. Las familias viajaron desde
los parajes más distantes para escuchar las novedosas noticias sobre un Dios
hasta entonces desconocido y experimentar el poder de la palabra escrita en la
Biblia, un libro al que este «hombre que curaba sin cobrar» recurría en sus
sesiones terapéuticas.
Allí permanecieron muchos días mientras más familias seguían
llegando convirtiendo al paraje en un sitio de debate político y religioso del
que infructuosamente se intentó desalojarlos.
Luego de varios días, según algunas fuentes, el Gobierno de Perón envió desde Buenos
Aires, tres vagones del Ferrocarril
Belgrano con ropas, medicinas y alimentos, de los cuales llegaron solo dos y con alimentos en mal
estado, lo que provocó intoxicaciones masivas y muertes. Sin embargo las memorias de los sobrevivientes sugieren que los alimentos provenían de los almacenes
de Las Lomitas, habituales proveedores de las Colonias Indígenas estatales, y
pudieron haber sido "entreverados con
gamexane"
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Foto "La izquierda diario" |
Durante los primeros días de octubre de 1947, los gendarmes y más tarde Abel Cáceres, un funcionario
de la Dirección de Protección al Aborigen, intentaron infructuosamente desalojar
a los pilagás y despejar el paraje.
El 10 de octubre por la tarde, efectivos de la
Gendarmería Nacional, dispararon con fusiles y ametralladoras pesadas contra la
multitud.
De acuerdo a los testimonios de los sobrevivientes, la
matanza y la persecución de las familias por el monte se extendieron durante
semanas. Durante la primera mitad del mes, un número indeterminado de adultos y
niños murieron debido a las heridas, a la sed, el hambre, y en otros
fusilamientos.
Durante la segunda mitad del mes de octubre se multiplicaron
las capturas, se utilizó la
violación como arma y se asesinó no solo a adultos sino también a niños.
El 11 de octubre, un día después del primer fusilamiento, un
Documento Confidencial y Secreto del Ministerio, firmado por Natalio Faverio,
Director General de Gendarmería Nacional, informó al ministro del Interior
Angel Borlenghi, sobre un supuesto levantamiento indígena y sobre la movilización
de tropas por parte del Ministerio de Guerra a cargo de José Humberto Sosa
Molina.
El 16 de octubre un Documento Confidencial y Secreto firmado
nuevamente por Natalio faverio , Director General de Gendarmería Nacional , anuncia
que un avión ha despegado el día anterior desde la Base MIlitar de El Palomar
en Buenos Aires para colaborar en la represión. El avión se detuvo en Resistencia
donde se le colocó una ametralladora Colt y se unió a la tripulación el comandante
de la Zona Norte, Julio Cruz Villafañe.
Las familias
capturadas con vida fueron llevados a su destino final en las Colonias
Aborígenes de Francisco Muñiz y Bartolomé de las Casas, adonde se las "redujo"
a trabajar como peones bajo la administración de la Dirección de Protección al Aborigen,
y la vigilancia de la Gendarmería.
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foto Noticias Formosa |
La prensa argentina colaboró con el ocultamiento de los
hechos de La Bomba, publicando un día después de ocurrida la masacre las
noticias de un "malón indio" atacando el pueblo de Las Lomitas. En
muchos periódicos las familias pilagá fueron acusadas de haber protagonizado un
"levantamiento" (La Prensa y La Razón, 12/10/47), que avanzó "sobre
Las Lomitas" (Critica, 12/10/47) asaltando a la población. Noticias
Gráficas dijo que los pilagá "habrían hecho uso de armas de fuego", y
"habrían dado muerte a una mujer.
El 1 de abril de
2005, la Federación Pilagá inició una demanda civil contra el Estado nacional,
reclamando una indemnización económica
por la matanza. La denuncia fue presentada en el Juzgado Federal de Formosa, a cargo del juez Mario Bruno Quinteros.
Esta demanda de características inéditas en el derecho
argentino, fue fundada en el principio de la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad, calidad que
los reclamantes atribuyen al hecho. Recibida la demanda el juez encomendó a un equipo forense la búsqueda de restos humanos en el lugar denunciado,
hallando restos de 27 cadáveres compatibles con el hecho denunciado.
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Foro El tribuno |
El 14 de octubre de 1947, una de las ametralladoras que
dispararon estaba a cargo de Leandro Santos Costa, en ese entonces alférez de
Gendarmería. Fue felicitado por dicha fuerza por su accionar, considerándola
«valerosa y meritoria». Luego de eso se dedicó a la abogacía, y ejerció como
juez (incluso durante la dictadura cívico-militar, acaecida entre 1976 y 1983}.
Fue integrante de la Cámara Federal de la ciudad de Resistencia (Chaco) hasta
su renuncia en 1999, seis años antes de que se presentara la causa; y murió
impune en 2012.
El 16 de octubre de 1947, el avión JU-52T-153, que había partido
desde la base área de la I Brigada Aérea de el Palomar de la FAA, disparó a
mansalva a los pobladores de la comunidad pilagá. Los disparos fueron
realizados por el gendarme Carlos Smachetti, que se encontraba acompañado por
otro piloto, dos mecánicos y un radioperador. La defensa de Smachetti, como
único procesado, sostuvo que debía aplicarse el Código de Justicia Militar
vigente en ese momento (actualmente derogado), y que se había violado el
principio de juez natural.
El 6 de octubre de 2015, el procesamiento de Smachetti fue ratificado
por la Cámara Federal de Resistencia, sin prisión preventiva, bajo la carátula
de «homicidio agravado por alevosía, en reiteración de hechos, con el concurso
premeditado de dos o más personas, en concurso real, en calidad de partícipe
necesario».
El 6 de julio de 2019 el juez federal Fernando Carbajal
sentenció que se trata de un “delito de lesa humanidad” y ordenó medidas de
reparación.4 El Estado Nacional deberá invertir en obras que determine el
pueblo originario, otorgar becas estudiantiles por diez años, fijar la fecha de
la masacre en el calendario escolar y construir un monumento recordatorio,
entre otras acciones. Noolé Palomo, de la Federación Pilagá, afirmó que “es una
gran noticia, un poco de justicia para el genocidio que sufrimos y es producto
de la lucha del pueblo pilagá”.
El juez no se expidió sobre la cuestión territorial. Masacre
de Rincón Bomba- En marzo de 1947, miles de braceros pilagás, tobas, mocovíes y
wichís (hombres, mujeres y niños) marcharon más de 100 Km. desde Las Lomitas,
entonces territorio nacional Formosa, hasta Tartagal, en Salta.
Les habían prometido trabajo en el Ingenio San Martín de El
Tabacal, propiedad de Robustiano Patrón Costas, quien les había prometido pagar
$6 por día.
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Foto El tribuno |
Llegaron en abril y empezaron a trabajar en la caña de azúcar.
cuando fueron a cobrar les quisieron pagar apenas $2,50 por día. Los caciques
pidieron un encuentro con Patrón Costas o alguno de sus colaboradores, quien
ordenó echarlos. Unos 8.000 indígenas
emprendieron la retirada a Las Lomitas, instalándose en un descampado llamado Rincón
Bomba, donde encontraron agua.
Desde la Comisión de Fomento hablaron con el gobernador de Formosa, Rolando de
Hertelendy, quien llamó a la capital federal y el presidente Juan Domingo Perón
ordenó enviar 3 vagones de alimentos, ropas y medicinas. Pero el delegado
de la Dirección Nacional del Aborigen, Miguel Ortiz, atrasó el envío 10 días y
llegaron a Las Lomitas a principios de octubre. Llegaron 2 vagones. Los alimentos estaban en estado de
putrefacción. Igual los repartieron en el campamento indígena. Murieron por intoxicación al menos 50
indígenas, en su mayoría niños y ancianos.
El cacique Pablito pidió hablar con el comandante, que
aceptó encontrarse en el atardecer, pero a campo abierto, el 10 de octubre Pablito
avanzó seguido por más de 1.000 mujeres, niños, hombres y ancianos pilagás con retratos de Juan Perón y Eva Duarte.
Unos 100 gendarmes apuntaron sus armas. Los indios habían caído en la trampa.
El No2 del Escuadrón, Aliaga Pueyrredón, ordenó
disparar las ametralladoras. Cientos de pilagás cayeron bajo las ráfagas. En
total murieron más de 750 pilagás, wichís, tobas y mocovíes. Otros afirman que
fueron 1.000. Y hay quienes elevan la cuenta hasta los 1.500.